lunes, 13 de septiembre de 2010

Científicos buscan gente para trabajar sobre el clima


Universo-verde

Intentan crear una base global de datos sobre el cima con participación del público para mejorar las predicciones climáticas.
Buenos Aires, Argentina, 14 de julio de 1920: a eso de las tres de la tarde, un fuerte viento comenzó a soplar desde la costa. Con el caer de la noche, el viento aún no había amainado. Coro, Venezuela, 2 de febrero de 1908: cuando terminó la fiesta, pasada la medianoche, una fina lluvia sorprendió a los invitados.
Aunque a primera vista parezcan triviales, son datos como estos -tomados de un diario de viaje o del registro climático de alguna alcaldía de pueblo- los que están buscando precisamente un equipo de científicos reunidos esta semana en el Reino Unido, con el objetivo de crear una base global de datos sobre el clima para mejorar la predicción de desastres naturales.
Para afinar la precisión de cualquier pronóstico, los datos reales de las últimas décadas resultan fundamentales.
"Hay una gran cantidad de información en diversas partes del mundo que podríamos utilizar, pero que no está disponible", le dice a BBC Mundo BBC Mundo Peter Stott, Director de Control y Seguimiento del Clima de la Oficina Meteorológica del Reino Unido (conocida más comúnmente como la Met) y uno de los organizadores del encuentro.
"Eso es frustrante", añade Stott.
Todos contribuyen
Para superar esta frustración, los científicos decidieron invitar a representantes de Google y Galaxy Zoo (una página web en la que la gente participa clasificando las galaxias de acuerdo a su forma) para que los ayuden a crear una aplicación que le permita al público trabajar en la clasificación de los registros climáticos.
"Esta información existe en los diarios de navegación de los barcos, en los cuadernos de los guardias de los antiguos faros y además, en todo el mundo hay gente que se dedica a registrar el clima como un pasatiempo", explica Chris Lintott, astrónomo de la Universidad de Oxford que diseñó Galaxy Zoo.
"Sabemos, por ejemplo, que la marina chilena cuenta con registros muy buenos del siglo XIX. Y en general, hay muchos diarios de navegación de barcos españoles y de América del Sur", añade Lintott.
"Pero como no tenemos recursos para incorporar esta información a las computadoras, y las computadoras no pueden ir en busca de la información, queremos alentar a la gente de todo el mundo a buscar los registros locales de las condiciones del clima en el pasado y añadirlos a la base de datos", explica el astrónomo.
Una vez que la información se incorpore a la base de datos, la idea es que que la gente la revise e identifique dónde se habla sobre el clima y qué se dice.
Errores y manipulaciones

"Faro"
¿Pero no es acaso ésta una tarea demasiado delicada que deberían llevar a cabo los científicos?
"Quizás en un mundo ideal. Pero hay tareas para los que sólo se necesita la habilidad humana de leer y reconocer patrones", explica Lintott.
"Por otra parte, si el trabajo lo hace la gente y no una computadora, podemos llevarnos lindas sorpresas, porque algunas personas además de registrar el clima escribían un poema en una esquina de su bitácora, o cosas así", dice el investigador.
A Lintott tampoco le preocupa que se puedan cometer errores ya sea por falta de atención o incluso deliberadamente.
En principio, el sistema será difícil de manipular y requerirá de revisiones regulares. Cada registro, también, será catalogado por varias personas para minimizar el margen de error.
Lintott espera además que involucrar a la gente en la recolección de datos disipe parte de la tensión y la controversia que genera el tema del cambio climático.
El calentamiento global "es un tema contencioso porque la gente no entiende de dónde sale la información. Sólo escuchan las conclusiones de los científicos. Espero que al participar en el proceso inicial de recopilar y analizar la información con la que se alimentan los modelos de computadora, puedan comprender mejor lo que está pasando", concluyó el astrónomo.
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viernes, 3 de septiembre de 2010

A la pesca de la basura espacial


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Diseñan en EE.UU. una nave pequeña para capturar la basura en órbita terrestre por medio de unas redes.
Desde pequeñas gotas de pintura seca hasta cajas enteras de herramientas para astronautas. Más de 20.000 objetos -conocidos bajo el nombre genérico de basura espacial- orbitan la Tierra, y dada la velocidad a la que viajan (cerca de 7 kilómetros por segundo), pueden provocar serios daños a satélites en funcionamiento y naves espaciales.
¿Cómo hacer para limpiar el espacio y convertirlo nuevamente en un lugar seguro para la exploración espacial?
Uno de los proyectos más recientes, que cuenta con el apoyo de la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa de Estados Unidos, consiste en una pequeña nave de no más de 100 kg., que puede lanzar una serie de redes para atrapar a los objetos perdidos y trasladarlos a una zona donde no representen un peligro.
El Eliminador de Basura Electrodinámico (EDDE, por sus siglas en inglés) "es un vehículo revolucionario porque no utiliza un sistema de propulsión espacial, por lo tanto, no requiere ni de propulsores ni de combustible como utilizan los cohetes tradicionales", le dijo a BBC Mundo Jerome Pearson, presidente de Star Inc., la empresa que desarrolló la nave.
"Es como un generador eléctrico en el espacio que utiliza el campo magnético de la Tierra y la energía solar para trasladarse entre las órbitas", añadió Pearson.
Espacio limpio en siete años
La nave puede transportar alrededor de 200 redes. Cada una de ellas sirve para atrapar un objeto y arrastrarlo hasta una órbita más cercana a la Tierra, donde permanecerá por unas semanas hasta desintegrarse por completo.
"La mayoría de los satélites se encuentran a 800 kilómetros por encima de la Tierra. La idea es empujar la basura espacial a una altitud de 330 kilómetros y soltarla allí, para que al entrar en contacto con la atmósfera comience a descomponerse", dice Pearson.
Dadas las dimensiones del vehículo, el científico explica que se lo puede enviar al espacio como nave secundaria cuando se lanza una misión espacial.
"Nosotros calculamos que con una docena de estas naves podemos reiterar los 2.465 objetos de más de dos kilogramos que orbitan el planeta en tan sólo siete años", afirmó Pearson.
Por ahora se trata sólo de un proyecto, pero el científico espera poder construir y poner EDDE a prueba para 2013.
Por BBC Mundo